Covadonga es un lugar emblemático. Acuden durante todo el año peregrinos y turistas que visitan los edificios y monumentos que tiene el Santuario.
Virgen de Covadonga
En las dos horas que suele durar de media la visita, destaca la Santa Cueva, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga, llamada popularmente por los corazones asturianos: La Santina.
A continuación te explicamos todo lo que deberías visitar en el Santuario y por qué.
Visitar Covadonga
Visitar a “La Santina” es obligado para quién va a Covadonga.
Te proponemos un itinerario guiado por los lugares y rincones de interés que tiene el Santuario.
Debemos tener en cuenta que la distancia entre los puntos más alejados de este itinerario es de 1,8 km. Por tanto, es plenamente realizable para cualquier tipo de público. Recomendamos que, en los meses de julio, agosto y septiembre, dejes tu coche estacionado en alguno de los parkings habilitados y accedas caminando al Santuario.
Si lo haces así, podrás tener una experiencia de alto valor, muy parecida a la que tuvieron todos aquellos que te precedieron peregrinando a este lugar, cuando no existían otros medios. Debes recordar que estas en un Santuario y comportarte con educación y respeto hacia los demás y con el entorno. Por favor, procura no hablar ni gritar en los lugares de culto.
Prepara tu cámara y haz fotos de lo que vayas viendo. Te proponemos el siguiente orden de visita:
El Repelao. La entrada a Covadonga.
Es la puerta de entrada e inicio al Parque Natural de los Picos de Europa.
Está en la parte más baja de Covadonga. A pesar de que todo el tráfico rodado pasa por ahí, es un lugar inadvertido para muchos. Es “El Campo de Jura”, donde Pelayo fue coronado Rey en el año 718. En la actualidad, esa zona se conoce como “El Repelao”. Es un lugar histórico.
Merece la pena contemplar la solemnidad y austeridad del obelisco levantado en 1857 por los duques de Montpensier y coronado con la Cruz de la Victoria. Está en medio de un prado de hierba verde, rodeado de frondosos árboles, cuya entrada se delata por dos solemnes columnas.
También encontramos en esta zona, los magníficos pilones de piedra que definen la entrada, una antigua estación de tren (hoy Oficina de Turismo) y un puente que soporta inalterable el paso del tiempo.
Ascendemos por la senda pegada a la carretera 200 m y nos introducimos en el Parque del Principe.
El Parque del Príncipe. Otro paraíso del Santuario de Covadonga.
Es otra de las joyas naturales del lugar. Un espacio en el que la densidad de verdes nos hace sentir apartados de la civilización. Una senda serpenteante lo recorre, a la vera del río Covadonga y cruzando varios puentes. Disfrutarás del paseo hacia la Santa Cueva, viendo bonitas cascadas, una preciosa fuente y edificios centenarios que forman parte de los orígenes de Covadonga.
Lee nuestro post Parque del Príncipe (link) para ser consciente de todo lo que podrás encontrar en este desconocido y precioso espacio del Santuario de Covadonga.
Los Leones de Covadonga

Una vez atravesado el Parque del Príncipe, desembocamos en la carretera, a la entrada del Santuario, propiamente dicha. A ambos lados de la misma, encontramos los leones.
Esculpidos en mármol de Carrara, fueron comprados en 1970 a los herederos de los hermanos García Naviera, por medio millón de pesetas (unos 3.000 €). D. Juan García Naviera se los encargó al escultor italiano D. Pompeio Marchesi (1789-1858) y son una réplica de los que custodian la tumba del Papa Clemente XIII.
Su objetivo era exponerlos en su finca El Pasatiempo de Betanzos. Sin embargo, la infraestructura no estaba del todo preparada y el declive económico del periodo de posguerra, motivó su venta al arquitecto que ultimaba la obra del Santuario y su entorno, D. Javier García Lomas. Éste, entonces, trasladó a El Repelao los pilones de piedra diseñados por D. Federico Aparici y que estaban a la entrada del Santuario. En su lugar colocó los leones de mármol que hoy en día contemplamos.
Fuente de los Siete Caños
Al lado izquierdo de la explanada, frente al estanque, hay un acceso algo peculiar y estrecho, no exento de cierto “riesgo”. Es una zona con mucha piedra irregular que suele estar húmeda y puede propiciar resbalones. Merece la pena la visita, pero hay que tener cuidado.
Fue construida por D. Luis Menéndez-Pidal Álvarez, después de finalizada la Guerra Civil Española.
Es alimentada por un caudal que surge de la pared rocosa y a la que se ha adosado una réplica en piedra de la Cruz de la Victoria. El chorro sale entre los brazos de la Cruz, cae sobre una pila hexagonal con 7 caños y estos, a su vez, precipitan a una balsa de piedra en siete acompasados chorros.
La fuente también recibe el nombre de Fuente del Matrimonio, por una tradición recogida en el folclore popular asturiano que dice: » La Virgen de Covadonga tiene una fuente muy clara, la niña que de ella bebe, dentro del año se casa”.
El Chorrón y el Pozón. Nacimiento del río Covadonga.
“El Pozón” es el nombre con el que se conoce al estanque que se encuentra bajo la Santa Cueva de Covadonga. Se alimenta de las aguas que se filtran por la montaña del río Las Mestas, de la Vega de Orandi.
Este agua se precipita de entre la roca y desde lo alto, dando origen a “El Chorrón”. Recibe este nombre debido al imponente caudal que se forma en invierno, en la época de lluvias y deshielo. En la época estival queda reducido a unos pequeños hilos de agua, que incluso desaparecen cuando la ausencia de lluvias es prolongada.
Este estanque es usado por muchos visitantes como pozo de ofrendas y deseos. Pueden verse brillar en el fondo, multitud de monedas arrojadas por los peregrinos. Se recogen cada seis años y para ello, es preciso vaciarlo.
Tienda Escalera
A la derecha de El Pozón, se encuentra la “Escalera de las Promesas”, de 101 peldaños, por la que accederemos a la Santa Cueva.
A mitad de subida, encontramos una bonita tienda, un espacio aclimatado en el que podemos recuperar fuerzas, echar un vistazo u obtener un pequeño recuerdo del paso por el Santuario de Covadonga. Su ubicación y decoración resultan espectaculares.
Es Tienda Oficial de la Marca del Santuario y lo que recauda se destina al mantenimiento de Covadonga y sostenimiento de la Escolanía. Además, tiene el honor de ser la tienda más antigua de Covadonga, del año 1850, más o menos.
La Santa Cueva de Covadonga
Subimos el último tramo de escaleras desde la tienda, hasta llegar a la Santa Cueva. La “Escalera de las Promesas” esta muy unida a la historia de la Santa Cueva. Recibe ese nombre porque la gente solía subirlas de rodillas, como ofrecimiento a La Santina por algún deseo cumplido o por algo que querían se cumpliera.
La Santa Cueva es una oquedad natural del Monte Auseva y es el lugar más visitado del Santuario de Covadonga, por encontrarse en él la Virgen de Covadonga o “La Santina”, como la conocen los asturianos. Además de la Virgen, se hallan los sepulcros reales con los restos de D. Pelayo, su yerno D. Alfonso I “El Católico” y sus respectivas esposas, Dña. Gaudiosa y Dña. Ermesinda.
La Santa Cueva está abierta los 365 días del año.
La salida la haremos por un lugar distinto al que entramos, por el túnel (parte natural y parte artificial) realizado por el arquitecto D. Luis Menéndez Pidal Álvarez (1896-1975) y que da acceso a la parte alta del Santuario. Mientras salimos, pasaremos delante de las estructuras donde se depositan las ofrendas de flores y velas que los peregrinos hacen a La Santina (link a las ofrendas). También, del singular conjunto de cruces de piedra o “Cruces del Calvario”, conocidas como “Las Tres Cruces” y colocadas en un mirador que da a la Basílica.
Si quieres más información histórica, fidedigna y que no encontrarás en ninguna otra fuente de internet sobre este maravilloso lugar, lee nuestro próximo post Santa Cueva.
La Torre

A la salida del túnel, nos situaremos a la izquierda, pegados al muro hasta llegar a La Torre.
Fue construida a principios de los años sesenta. Realizada en piedra rojiza, albergó durante años el antiguo cuartel de la Guardia Civil. En lo alto de su fachada principal tiene un escudo de España bastante singular, dado que una gran Cruz de la Victoria lo divide en los cuatro campos que lo componen. Esto se debió a que en aquel tiempo existieron propuestas de incluir el símbolo de Asturias dentro del emblema nacional.
Hórreo Merendero

Desde La Torre, subiremos por la escalera pegada a ella hacia “La Campanona”. Pasaremos delante de un Hórreo que es una sidrería, donde podremos tomar algo, descansar en el merendero o continuar hacia nuestro destino.
Desde esta parte, la más alta del Santuario, tendremos una espectacular panorámica de todo el entorno. Es recomendable subir hasta aquí solo por las vistas y la tranquilidad que se respira, incluso en verano.
La Campanona de Covadonga

Hay que tener cuidado los días húmedos o con orbayu, ya que el camino de acceso puede ser resbaladizo y ocasionar un incidente no deseado. En los días así, mejor no acercarse hasta allí.
Es una campana de 5 tolenadas de peso y 3 metros de altura, construida en los altos hornos de Duro Felguera a finales del siglo XIX. En su superficie podemos ver unos relieves ejecutados por el italiano D. Xaverio Sortini, representando diversas escenas de la Divina Comedia de Dante, de Las Cruzadas, de Santos Lugares, además de diversas figuras de papas, etc. Fue una donación al Santuario del Conde Sizzo Noris y D. Luis González Herrero.
Museo de Covadonga
Al descender por las escaleras de El Hórreo, nos encontramos de frente el Museo.
Se encuentra en un edificio imponente que preside la parte alta del Santuario y que comparte con la Escolanía. Se ve fácilmente. Hay que pagar entrada, con descuento para grupos, estudiantes y jubilados.
Consta de dos plantas, distribuidas de manera cómoda y diáfana, en las que disfrutar de sus colecciones de pintura, la propia y la cedida por el Museo del Prado, con cuadros de diferentes autores como, D. Luis de Madrazo, D. Carlos María Esquivel, D. Eduardo Cano, entre otros.
Igualmente, se pueden contemplar objetos y joyas de gran belleza que narran la historia del Santuario desde múltiples aspectos, como las Coronas de la Virgen de Covadonga y del Niño Jesús, con brillantes, zafiros, rubíes, oro y platino, realizadas por el sacerdote y orfebre asturiano D. Félix Granda Buylla.
Te lo explicamos con más detalle en nuestro post del Museo de Covadonga (link al post).
Hogar Escolanía

No es visitable!!
Ocupa la otra mitad del edificio que comparte con el Museo y fue, en su día, el antiguo Hostal Favila.
Como dato de interés, la Escolanía de Covadonga fue creada por el Arzobispo de Oviedo D. Javier Lauzurica Torralba en el año 1950, ayudado en su labor por el Abad del Santuario D. Emiliano de la Huerga. Actualmente, mantiene la actividad y los chicos cantan en algunas misas del Santuario y en certámenes donde son invitados.
Fuente del León

Nos dirigimos a la zona ajardinada de la explanada para pasear o tomar asiento en sus bancos. También podemos dar un trago de agua en la fuente que hay en ella, pues hemos superado la mitad del recorrido.
Fue construida por D. Luis Menéndez Pidal. De la boca de un león de piedra surge un chorro que cae en piedra semicircular.
Zona de Acogida
Cruzamos al otro lado, dejando la fuente del León a la espalda, hacia la planta baja del edificio de viviendas de los canónigos, uno de los espacios más concurridos del Santuario.
Encontrarás el punto de Certificación del Peregrino, donde expedir a través de una máquina y de modo automatizado, los Certificados Oficiales “Santina” y “Cuna”, que acreditan tu peregrinación al Santuario y a la Cuna de España, respectivamente.
Un poco más adelante, a la izquierda, encontrarás la zona del audiovisual, donde disfrutarás de un vídeo de 10 minutos de duración, realizado con motivo del triple centenario celebrado en 2018 (Parque Nacional de Picos de Europa, Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga y Reinado de Pelayo).
También aquí, está emplazado el Espacio Oficial de la Marca Covadonga, Guía de Asturias. Podrás ver y escoger entre una gran variedad de artículos identitarios de Covadonga y Asturias, un recuerdo exclusivo y único de tu paso por el Santuario. Con ello, estarás contribuyendo al mantenimiento del Santuario y sostenimiento de la Escolanía de Covadonga.
En esta misma área, encontrarás aseos, otras máquinas expendedoras de monedas, de agua, un cajero automático y un desfibrilador portátil, muy útil para atender aquellas situaciones en las que su rápido uso, pudiese salvar vidas. Recuérdalo por si te ves en la necesidad de ayudar a alguien.
Oficina del Peregrino. Camín de Covadonga.

Para aquellos que hacen el Camín de Covadonga se ha habilitado un espacio en el que atender, específicamente, sus demandas y sugerencias. Da soporte y cobertura a la app específica sobre el Camín y servicios asociados a ella.
También, hace las veces de oficina de información para aquellos que demandan alguna consulta general o especifica sobre la zona.
Puxa Camín…!!!
Estatua de Don Pelayo. Monumento al primer Rey de Asturias.

Es otro de los iconos de Covadonga. Después de La Santina, Pelayo es el protagonista de fotos y visitas.
Es de destacar el simbolismo de esta figura y su monumento para muchos españoles. Representa el origen del Reino de España y situarse a sus pies, significa colocarse en la Cuna de España. Una foto indispensable en tu álbum.
Pelayo porta en su mano derecha una espada y su mano izquierda se alza levantada. Su vestimenta consiste en su armadura y una capa de piel de oso, cuyas garras en sus hombros sirven de sujeción para la capa.
De su espalda surge una magnífica Cruz de la Victoria, que se sitúa por encima de su cabeza, reforzando el mensaje de su heroica victoria y su significado como símbolo de la cristiandad europea.
Fue realizada en bronce por D. Gerardo Zaragoza en 1965. La estatua se apoya en pedestal de envergadura, de piedra rosácea marmórea, como la usada para la Basílica. Hay una cenefa de bronce en la que se puede leer “nuestra esperanza está en Cristo † este pequeño monte será la salvación de España”. (Texto extraído de la crónica del rey Alfonso III el Magno).
Basílica de Covadonga

No existen calificativos que definan la singular belleza de la Basílica de Covadonga. Las propias montañas de Covadonga proporcionaron la materia prima para construirla, esa piedra rosácea marmórea característica.
Se empezó a construir en 1877 y se inauguró 24 años más tarde, concretamente el 7 de septiembre de 1901. Las obras resultaron costosas y largas, pero fue concluida gracias al empuje del Rey Alfonso XII.
El templo fue ideado por D. Roberto Frassinelli y finalmente construido por D. Federico Aparici. Destaca la calidad acústica en su interior, donde el órgano adquiere un protagonismo singular, apoyado por las voces de la Escolanía. Se programan conciertos de órgano, periódicamente.
La Basílica, encuadrada en el estilo neorrománico, consta de una nave central y tres ábsides escalonados. Su entrada resulta realmente bella, con dos grandes torres y un pórtico de triple arco.
En la Basílica de Covadonga el visitante puede deleitarse con multitud de obras de arte, pinturas y esculturas. En el ábside de la derecha hay una capilla dedicada a la Virgen del Rosario y a San Pedro Poveda y en el ábside de la izquierda hay otra capilla dedicada al Santísimo.
Si quieres más información, puedes encontrarla en este artículo que hemos realizado (link).
Cripta de la Basílica de Covadonga
Desde la salida de la Basílica, el itinerario es en descenso. Tomamos la escalera pegada a ella, hacia la Cripta.
Su diseño corresponde a D. Roberto Frassinelli. Fue bendecida y consagrada el 15 de septiembre de 1891. A día de hoy se utiliza, generalmente, por grupos que quieren tener una celebración privada.
En su interior destacan una talla de madera policromada del Sagrado Corazón de Jesús, realizada en 1890 por el artista valenciano D. Antonio Yerro Feltrer y un altar de mármol blanco con una Virgen de marfil, donado en 1915 por D. Antonio Monasterio.
Gran Hotel Restaurante Rey Pelayo

Al salir de la Cripta, cruzamos la carretera hacia el Gran Hotel, donde podemos comer o alojarnos si nos interesa. Seguimos camino hacia la Colegiata.
Fuente Canapé de Covadonga

Entre la Colegiata y la Casa de Ejercicios, nos encontramos con esta preciosa fuente, en el espacio o plaza que conecta ambos edificios.
Fue construida por el arquitecto D. Luis Menéndez Pidal, hijo del pintor del mismo nombre, y consta de dos cuerpos diferenciados, un majestuoso y robusto basamento, más un antiguo canapé de la época de Carlos III que había formado parte de uno de los muros de la escalera próxima. El canapé era llamado por los antiguos el “tiruliru”. El agua sale de la pétrea boca de un león para caer en una primera concha, que a su vez deja caer el agua en una segunda y mayor debajo de ella para, finalmente, caer en un pequeño estanque de forma semicircular.
En uno de los lados de la fuente hay una inscripción que dice: REINDO LA MAGD DE CARLOS III Y SIENDO ABAD DE ESTA COLGTA DN NICOLAS ANTO CAMPOMANES Y SIERRA SE FABRICARM LAS ESCALERAS DE ESTA IGL EL PAREDN Q LAS SOSTINE LOS PUENTS DEL MOLINO Y BAJO DEL SANTUARO Y LA CALZADA DESDE LA RIERA A ESTE SITIO. AÑO 1777
El sonido de esta fuente llama a la calma y la meditación. Un precioso y recomendable lugar para hacer una pausa.
Colegiata San Fernando y Casa de Ejercicios Espirituales de Covadonga
En este lugar se encontraba la primera comunidad benedictina que rendía culto en Covadonga. El actual edificio se levanta sobre otro anterior de época románica, construido en el siglo XVI por el obispo de Oviedo D. Diego Aponte de Quiñones (1585-1599). Ya en el siglo XX, D. Luis Menéndez Pidal construyó un edificio gemelo al anterior para dedicarlo a Casa de Ejercicios Espirituales. Destaca la torre de planta cuadrangular de la antigua Colegiata que, probablemente, pertenecía a la edificación románica original.
La Colegiata es un edificio de planta rectangular distribuido en torno a un claustro. En una de sus esquinas se levanta la torre cuadrangular. En el claustro encontramos dos sepulcros de abades del siglo XI.
Qué más puedes ver en Covadonga
No puedes pasar por alto los lugares que te indicamos a continuación. Merece la pena visitarlos.
El Cementerio de Covadonga

Si tienes tiempo y te apetece, es recomendable te acerques a visitar el cementerio. Puedes hacerlo después de la visita a la Colegiata.
Desde la explanada que hay delante de El Pozón, sale una pista de tierra y piedras adoquinadas que conduce al cementerio de Covadonga, ubicado a menos de 500 m de este punto.
Al llegar, nos damos cuenta que es un lugar especial. Una sobria cruz del siglo XVII a la diestra de la verja de entrada, que antaño se ubicada a la entrada del Santuario, nos lo indica. En el interior, algo abandonado, un altar de piedra y una capilla llamarán tu atención. Las pequeñas dimensiones del recinto, sus escaleras, sus muros y caminos de piedra configuran el carácter y personalidad de este lugar.
El olor a humedad, a verde, lo impregna todo.
Lagos de Covadonga

Son los archiconocidos lago Enol, lago Ercina y lago Bricial, todos ellos de origen glaciar.
El lago Enol se sitúa a 11 km. de Covadonga y a 1.150 metros de altitud. Su máxima profundidad es de 25 metros y se alimenta de sus propias fuentes y del deshielo de las montañas cercanas. En el fondo del lago se encuentra una imagen de la Virgen de Covadonga que submarinistas sacan a flote cada 8 de septiembre. En la vega del lago y al lado de la Ermita del Buen Pastor, se celebra el 25 de julio la Fiesta del Pastor.
El Lago Ercina es de similares características al lago Enol, pero un poco más pequeño. Se encuentran prácticamente juntos en el mismo entorno.
El lago Bricial solo tiene agua durante el deshielo, permaneciendo generalmente seco en verano. Cuando el deshielo es intenso, es digna de ver la cascada de agua que lo alimenta.
A los lagos se puede acceder en coche o mediante el servicio regulado de autobuses, en las épocas de máxima afluencia de público, verano y Semana Santa. Es recomendable consultar las fechas en las que se activa el plan de transporte, antes de programar la visita.